Thursday, February 19, 2009

Experiencias triangulares (Eslovenia)


Después de trabajar en su justa medida (o un poco menos) para superar a nuestros colegas los exámenes que nos acompañan estando incluso de Erasmus tres amigos decidieron recorrer un triángulo europeo; cabeza, corazón y alma; Eslovenia, Croacia e Italia. Tres personas heterogéneas en tres países profundamente diferentes querían seguir creciendo alimentándose de experiencias triangulares.

Avión en Lyon hacia Venecia, tren desde Venecia con destino Ljubljana pasando por Villach (ciudad trifonteriza) para llegar al primer destino. Acogidos en casa de tres eslovenas sienten como el corazón comienza a bombear más fuerte hasta que la vista empieza a nublarse ayudada por el vino de bienvenida. Sentados en la cocina, sin procesar prácticamente nada y notando como la burbuja sensorial que rodea este tipo de viajes comenzaba a cubrirlos, escucharon una historia de osos:

"Cuando la guerra en Bosnia, los osos de allí huyeron cruzando Croacia y llegando a Eslovenia, el equilibrio empezaba a quebrantarse por lo que tuvimos que matarlos. Aquí es vital mantener el equilibrio de la población de osos."

En triángulo no recuerda lo que pensó, sólo recuerda que estas palabras produjeron en ellos ganas de reir y reir. Crear una masa homogénea de siete personas riendo.

Tras pasar la noche despertaron al olor del café, ¡qué desayuno les habían preparado!, estos eslovenos no dejaban de sorprenderlos con su calor. Con el estómago lleno, el pegueño Lili, Pachorrita y Hafi se pusieron en marcha acompañados de Katerina y Mojna dispuestos a recorrer las calles de la capital eslovena. El cielo los iluminaba y mientras paseaban todos juntos cada uno sentía a su manera, a su propia velocidad e intentaba comprender que contaban aquellas calles de adoquines en las que sobre todo se respiraba una tranquilidad imposible de percibir en otras capitales que conocen. La ciudad se movía pero sin prisas, tal vez estaba anestesiada por el castillo que la vigila, tal vez haya adoptado la misma velocidad del rio que la rodea o tal vez la ausencia de tráfico motorizado le deje ir a la velocidad que los humanos realmente deben ir. Guiados por las eslovenas visitaron edificios interesantes como la facultad de arquitectura o el castillo sin dejar de sentir esa paz que produce ir colgado al suelo que no conoces.

Al acabar la jornada turística, el triángulo decidió agradecer la magnífica hospitalidad con una cenita española. Prepararon tortilla de patatas y gazpacho!, gazpachito en Ljubljana y sin batidora, todo un hito. Al degustar las tortillas de Lili las amigas cayeron enamoradas traicionadas por sus estómagos y al notar esto comenzaron a jugar al señor del 3 (juego alcohólico donde los haya) a ver si el alcohol ayudaba a concretar este enamoramiento en sexo, que al fin y al cabo es lo que todos (o casi todos) buscamos. Lili y Mojna... Faltó alcohol.

Al día siguiente alquilaron un coche dispuestos a conocer Bled, una pequeña ciudad colindante con los Julian Alpes. Siguieron un camino alternativo atravesando un parque natural. En el camino pudieron ver verdaderas maravillas de la naturaleza hasta llegar a una explanada que lo tenía todo. Nieve, riachuelo, playita y puente. Se dejaron atrapar por aquella bella estampa hasta que se sintieron en paz con la naturaleza (Into the wild). La noche los amenzaba cuando encontraron el único camino para salir del parque bloqueado por la nieve...A dar la vuelta y deshacer el camino. "¡Pero podemos oler la noche y son casi 200 km de montañas nevadas!, ruta alternativa, deshacemos solo 40 km y nos metemos en Italia, hay una autopista que llega de nuevo a Eslovenia". A las 7 de la tarde llegan a Bled, su destino original. Conocen la profunda oscuridad de esta ciudad y su gran lago.

Al llegar a Ljubljana en plena noche fueron a una zona de fiesta realmente underground. Qué facilidad para cambiar de escenario, perdidos en la montaña y horas después perdidos en la bella suciedad de la diversión eslovena. Edificios abandonados que albergaban baretos en los que tocaban en vivo o alguna que otra exposición de dudoso arte anestesiaron definitivamente el procesador del triángulo y aquella noche solo pudieron beber y bailar al ritmo de trompetas.

"Qué grande es el mundo, o que mundo más grande guarda cada pequeña ciudad, cada pequeña casa, cada inmensa persona."

Gracias Katerina, Mojna, el tio de los osos y las otras amigas... Hvala Eslovenia.